Cultura corporativa Chandelier Creative

carmenguiabeltran
Oct 13, 2015
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Nosotros, como estudiantes de publicidad que somos, siempre hemos soñado trabajar en una de esas agencias que aparecen en las pelis dónde, aparte de trabajar, te lo pasas bien. Un futbolín, un pequeño gimnasio, ¡incluso una piscina de bolas!, todo lo imaginable para que la creatividad y las buenas ideas fluyan con facilidad.

Nada comparado con las instalaciones y facilidades de la empresa Google pero sí, hay agencias de publicidad que cumplen con esos ideales de un lugar en el que ir a trabajar sea una buena y divertida experiencia. Y es que como profesionales de la comunicación, aquellos que dirigen las agencias de publicidad saben lo importante que es crear un buen ambiente entre los empleados para aumentar la productividad de su trabajo.

Como dimos en clase teórica (06/10), el director de comunicación es el encargado de gestionar la cultura corporativa de las empresas. Esta recoge los comportamientos y valores compartidos por todas las personas que forman parte de una empresa. Se trata de aplicar esas características que hacen especial a una persona tales como el modo de vida o las costumbres a una empresa, o sea una persona jurídica. Y después, el dircom debe conseguir que todas estas normas queden reflejadas en algún documento de la empresa o en la web oficial o por el contrario, que sean actitudes no escritas pero que se transmitan y se acaten desde la dirección empresarial a los empleados.

En el caso de las empresas que se dedican a la publicidad es sumamente importante, en mi opinión, que los trabajadores en las agencias se sientan motivados y tengan la sensación de pertenencia a un proyecto empresarial común con unos valores que acepten y asimilen como propios. Pero… ¿cuál es la manera de conseguir esa vocación de servicio por parte de los empleados? Gestionar bien la cultura corporativa así como crear un buen clima empresarial.

Para ello, los directivos tienen que escuchar a sus empleados, conocer sus intereses, estar atentos a aquello que les impide trabajar con normalidad, analizar sus inquietudes, etc. Y a partir de ahí ofrecerles facilidades para que ellos se sientan más cómodos en la empresa. Lo estamos aplicando a las agencias de publicidad, dónde sus empleados trabajan con las ideas, por lo que necesitan hacer que sus instalaciones permitan el desarrollo de la creatividad y no se traten de unas oficinas serias y aburridas que no dejan cabida a la inspiración de los publicistas.

Veamos algún ejemplo de agencias reales que comprenden perfectamente que crear un ambiente bueno es crucial para que los publicistas no deban buscar otros momentos de inspiración fuera de su jornada laboral. Estas agencias abanderan la creatividad y buscan hacer la vida de sus empleados más fácil para que estos solo se centren en desarrollar la idea perfecta para la campaña con la que están trabajando.

Chandelier Creative es una agencia de publicidad cuya base se encuentra en Nueva York. Su fundador, Richard Christiansen, es un cazador de talentos que se rodea de publicistas creativos y frescos y, para conseguir que ellos no trabajen en un ambiente monótono y aburrido que les frene la inspiración, ha creado una agencia cuya cultura corporativa es de película.

La decoración es excéntrica y onírica, la agencia tiene grandes ventanales para que se cuele luz (y así arrojar luz a las ideas), las reuniones se hacen en una piscina de bolas y cada mes los creativos cambian de mesa para no acostumbrase y tener nuevas perspectivas. Christiansen a su vez organiza juegos, eventos, brainstormings diferentes y nuevas técnicas para conseguir que sus trabajadores piensen más allá de lo establecido y lograr lo mejor de cada uno de ellos, que se verá reflejado, no sólo en el desarrollo personal sino de la empresa en general.

Otro aspecto que llama la atención en Chandelier Creative es que cuenta con una casita de surf en Montauk y un chalet en la nieve para los empleados y amigos para que estos se relajen y disfruten. Y esto demuestra lo que hemos explicado en la teoría, que si se escuchan bien las necesidades de los trabajadores se hallan soluciones que valen más que un plus en el salario.

Para acabar, me ha quedado muy claro la importancia de la gestión de comunicación interna se crea a base de “salario, desarrollo personal, motivación, relaciones con los mandos inmediatos, conciliación de la vida personal y laboral” como dice Villafañe, y mucho más. Todo ello logra un sentimiento de unión y pertenencia en el que la empresa se convierte en un hogar, en una familia de la que un trabajador se siente orgulloso. Y sin duda, esta buena reputación interna se refleja y se comunica al exterior. El éxito comienza por crear prestigio desde el interior.